Por el abogado Jason G. Doyon
Con el verano y el sol llegan las fiestas de cumpleaños al aire libre. El pasado fin de semana, estuve en la fiesta de cumpleaños de mi ahijado de 2 años, a quien llamaré “Junior”. Como parte de la decoración, había grandes racimos de globos atados a algunas de las mesas de picnic y sillas. Junior, siendo el niño de dos años que es, se acercó y deslizó uno de los racimos de la silla, y al cielo se fueron 7 u 8 globos.
Su madre se acercó y le dijo que iba a meterse en un gran problema si volvía a hacer eso.
No hace falta decir que el primer pensamiento que me vino a la cabeza fue: “¿Cuánto problema puede meterse realmente? Tal vez sus padres se enojen con él por un minuto y luego se les pasa, ¿verdad?”
El siguiente pensamiento fue si existía algún tipo de ley sobre la liberación de globos en Connecticut. Después de todo, aparentemente hay todo tipo de leyes sobre cualquier cosa imaginable en Connecticut.
Así que al llegar al trabajo, pasé unos minutos en los estatutos y, para mi sorpresa, en realidad hay una ley sobre la liberación de globos.
Los Estatutos Generales de Connecticut §26-25c establecen:
Ninguna persona, organización sin fines de lucro, empresa o corporación, incluyendo el estado y sus subdivisiones políticas, deberá liberar conscientemente, organizar la liberación o causar intencionalmente la liberación en la atmósfera dentro de un período de veinticuatro horas de diez o más globos de helio u otro gas más ligero que el aire en el estado. Cualquier violación del inciso (a) de esta sección será una infracción.
A menudo, al leer algunos de estos estatutos, me pregunto quién tuvo tiempo para idear estas leyes y cómo comenzó la discusión.
No hace falta decir que la próxima vez que vea a Junior, le informaré de esta ley para que el dinero de su cumpleaños no se destine a pagar una multa.
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El abogado Jason G. Doyon es un abogado que ejerce la práctica general del derecho en 33D South Main Street en East Windsor, Connecticut. Se le puede contactar por teléfono al (860) 292-1060.
Agradezco al abogado Doyon por compartir sus pensamientos sobre la ley de Connecticut con los lectores de este blog.
